A la hora de elegir un panel solar tenemos que tener en cuenta muchos factores. Debemos fijarnos en si queremos que sean monocristalinos o policristalinos, qué potencia vamos a instalar y de cuánto serán cada uno de ellos, también su eficiencia o su resistencia a las altas temperaturas. Ahora también hay un elemento importante que debemos analizar. Se trata de las bus-bars.

¿Qué son los bus-bars?

Bien, los “bus-bar” son las conexiones existentes entre las células del panel solar. Es decir, las líneas que vemos en los paneles que efectúan las cuadrículas. En este sentido, son una pieza clave para el funcionamiento del mismo y su eficiencia en la generación. A la vez que son importantes, son también las que mayor esfuerzo tienen que realizar para hacer funcionar el panel. Así pues son las que experimentan en mayor medida las consecuencias del aumento de temperatura, tanto ambiental como de la propia transferencia de corriente.

Posibles problemas

La dilatación y contracción con el cambio de temperatura puede hacer que a la larga éstas se deterioren y, con ello, empeoren el rendimiento del panel e, incluso, puede llegar a estropear el backsheet del panel y con ello que éste deje de funcionar. Si a esto le sumamos que el panel se encuentre en un clima húmedo o lluvioso, los posibles calentamientos se podrían oxidar.

En este sentido, el 50% de los problemas que puede presentar una instalación fotovoltaica provienen de los paneles solares. Y de este porcentaje, el 41% tiene que ver con un mal funcionamiento o desgaste de los bus-bar.

Pero tranquilos, estos problemas no son frecuentes. Recordemos que las instalaciones fotovoltaicas tienen una vida útil de al menos 25 años. Además, a un problema una solución, existen paneles solares exentos de “bus bars” por lo que si esta cuestión os preocupa siempre puedes optar por ellos.