2018 marcó un hito en la historia de las instalaciones fotovoltaicas. En diciembre se consiguió rebasar la barrera de las 500 GW de potencia fotovoltaica instalada en todo el mundo. En este sentido, conviene saber que la contribución de la energía fotovoltaica generada ya supone el 2,6% de la demanda eléctrica mundial. Por otro lado, según la Agencia Internacional de la Energía, el rápido crecimiento que ésta está teniendo la convertirá en una importante fuente de energía en los próximos años en diversos países. Por eso, el autoconsumo resulta una opción tan interesante. 

No obstante, una de las principales preocupaciones de quienes se aproximan al autoconsumo energético es saber en cuánto tiempo podrán amortizar la inversión realizada en la instalación fotovoltaica. Existe una idea preconcebida de que supone una inversión costosa. Sin embargo, la reducción drástica del precio de los paneles solares en los últimos diez años ha hecho que estas inversiones sean cada vez más rentables. 

Así, entendemos que la amortización de esta inversión se producirá cuando hayamos ahorrado tanto en la factura de la luz como dinero nos haya costado la instalación fotovoltaica. 

En esta línea, cabe destacar que el rendimiento de las placas solares y los inversores también es cada vez mayor. Así, las cifras de generación son cada vez más elevadas, sobre todo en países con muchas horas de sol como puede ser España cuya media de horas al año ronda las 2000. 

¿Qué factores debo tener en cuenta?

Partimos de la base de que en la actualidad el coste del kW instalado oscila entre los 800 y los 2000 euros aproximadamente. Por lo que debemos valorar cuánta superficie queremos instalar y cuánta potencia.

Después el cálculo es sencillo. Al gasto bruto de la instalación fotovoltaica, hay que descontar las posibles ayudas que las administraciones tengan previstas de manera puntual y las deducciones que nuestro ayuntamiento tenga contemplado en el recibo del IBI durante los años venideros. 

Y luego por supuesto hay que estudiar los datos de posible generación. Este dato viene determinado por el tipo de panel y por el número de placas que vayamos a instalar. Así podremos hacer el cálculo de cuánto dinero podemos ahorrar al año en luz. Un dato que también habrá que descontar en esta ecuación.

Y por último, pero no menos importante, es que en la actualidad es posible la compensación de excedentes. Esto no es otra cosa que que nos paguen por el sobrante de electricidad de nuestra instalación. Es decir, lo que no usamos y tampoco almacenamos. Esta medida, debe contemplarse con nuestra comercializadora para ver cuánto ahorro puede suponer en la factura de electricidad por cada kilovatio vertido a la red.

Por otro lado, no hay que olvidar que una vez ejecutada la instalación podemos influir en la aceleración de los tiempos de dicha amortización. Esto se hace a través de la modificación de nuestros hábitos de consumo, es decir, adaptando nuestras costumbres a los horarios en los que nuestra instalación está generando mayor cantidad de electricidad.

Por lo tanto, como se puede observar la respuesta a la pregunta de en cuántos años se va a amortizar la instalación fotovoltaica es distinta para cada caso. En este sentido, Javier Avendaño Director General de la instaladora Contigo Energía, nos explica que una instalación residencial con 10 paneles instalados, podrán amortizarse de media en unos 8 o 9 años. Si tenemos en cuenta que la vida útil de este tipo de instalaciones es de 40, los tiempos de amortización parecen asumibles. En este sentido, siempre es conveniente que nos asesore un experto.