El autoconsumo: una oportunidad inigualable para España

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Autor: Clio Beruete

La energía solar es desde hace años un elemento indispensable para la transformación energética de nuestro país. Más de 2.000 horas de media de sol al año, ofrecen a España la posibilidad de generar energía eléctrica de origen renovable de forma constante y continuada. En este sentido, conviene destacar que podemos distinguir dos tipos de energía: la solar térmica y la solar fotovoltaica. Precisamente es esta última el objeto de nuestro primer post. Y es que España es uno de los países del mundo en donde su desarrollo se encuentra más avanzado. Así, fue en 2008 cuando nuestro país comenzó la carrera hacia la generación de energía solar fotovoltaica y llegó a situarse entre los países con más potencia fotovoltaica instalada. Tan solo ese año, se lograron instalar 2708 MW en todo el territorio.

En 2018 llegaba una gran oportunidad para el sector. El Real Decreto 15/2018 aterrizó precisamente en octubre de 2018, aboliendo el llamado “impuesto al sol”. Pero también trajo consigo el concepto de autoconsumo eléctrico ayudando a abrir un camino firme hacia la generación de esta energía renovable. Precisamente será 2018, uno de los mejores años para la energía solar fotovoltaica en España, llegando a conseguir la instalación de 7759 MW.

El RD 244/2019, el desarrollo de la norma

El Real Decreto 15/2018 supuso el pistoletazo de salida pero aún había que desarrollar la norma. Sin embargo ya suponía un gran avance tanto para el desarrollo de las energías renovables como para el propio consumidor. Más tarde el RD 244/2019 reguló las condiciones del autoconsumo en España. Así esta norma contempla la posibilidad de efectuar instalaciones colectivas, es decir, aquellas instalaciones que se instalen en comunidades de vecinos o, también, aquellas de proximidad, para que puedan surtir de electricidad a aquellos inmuebles o edificios que se encuentren a unos 500 metros de distancia. Además, y quizá lo más importante, simplifica los trámites administrativos para la instalación y estipula una compensación por los excedentes energéticos generados.

La liberalización del sector de autoconsumo eléctrico supone un gran avance en la descarbonización de la economía española pero también presenta innumerables ventajas para el propio consumidor y le convierte en un agente de cambio. Entre sus beneficios más inmediatos se encuentra la reducción de la factura eléctrica del usuario, pero también la disminución de la demanda energética de su edificio y, por supuesto, la promoción de las energías renovables en nuestro país evitando en gran parte la emisión de gases de efecto invernadero.

Pero, ¿en qué consiste el autoconsumo?

El autoconsumo eléctrico consiste en generar nuestra propia energía gracias a la instalación de paneles solares fotovoltaicos en el tejado de nuestro hogar, empresa o nave industrial. Con ellos conseguimos generar parte de nuestra energía a través de la tecnología fotovoltaica que luego consumiremos logrando un ahorro considerable de energía eléctrica proveniente de la red eléctrica general. Así se aumenta la eficiencia energética del edificio ya que éste será capaz de generar parte de la energía que necesita para funcionar y, sobre todo, reducirá su huella de carbono. 

Debemos tener en cuenta que el autoconsumo abre la vía para que los ciudadanos participen de la producción de energía y alivien así el sistema energético español. Según la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) de prosperar el uso de este sistema de producción de energía, “los autoconsumidores, en condiciones favorables, podrían llegar a generar el 45% de la energía eléctrica consumida en Europa para 2050”.

Con ello se conseguiría fomentar el uso de energías renovables. Fomentar la generación de energía solar es hacer uso de una energía limpia, gratuita e inagotable. Además, como ya hemos dicho, durante su proceso de generación no se producen emisiones de CO2 ni se emiten otros gases contaminantes a la atmósfera. 

“Guía” del autoconsumo

Con el claro objetivo de que todos los agentes implicados en el proceso de generación puedan conocer las limitaciones y posibilidades que ofrece la energía solar fotovoltaica, la Asociación de Agencias Españolas de la Energía junto con el Instituto para el Ahorro y la Diversificación Energética (IDAE) han elaborado una guía. En ella se profundiza en las bondades, trámites y oportunidades que ofrece este tipo de energía renovable y pretende servir de orientación para las empresas instaladoras para que aconsejen a sus clientes. 

Una industria incipiente

La proliferación de instalaciones de autoconsumo no se ha hecho esperar. El ambiente proclive a la descarbonización de la economía está dando empaque a toda la cadena de valor de la energía fotovoltaica, desde el legislador o las empresas fabricantes de paneles o inversores hasta las empresas instaladoras o el propio consumidor. Esto ha provocado también que se abarate el coste de su puesta en marcha, algo que facilita el acceso de gran parte de la sociedad a una energía más limpia y se convierte en una alternativa real a la energía obtenida por medios convencionales.